Cuando ocurre un suceso dramático con una gran repercusión mediática, la sociedad se ve afectada, y cuando hablamos de sociedad, nos referimos a ti. Puede que aún no lo sepas, pero el caso Nadia te ha cambiado.
Seguramente hayas leído alguna noticia sobre el caso en los medios, te haya conmovido, disgustado, e incluso indignado, pero ni te imaginas cómo va a cambiar este hecho en concreto tu forma de actuar.
El caso de Nadia, cuyos padres han usado su enfermedad -tricotiodistrofia, una rara dolencia que acelera el envejecimiento de las células- aprovechándose de la buena fe humana para recaudar 1 millón de euros para su disfrute personal y no para ayudar a la menor tal y como afirmaban; nos ha decepcionado, nos ha enfadado y nos ha hecho mucho daño al meternos a todos los que luchamos contra las enfermedades raras en el mismo saco.
Pero no sólo nos ha hecho daño a nosotros y a las asociaciones que se dedican a la investigación de enfermedades raras haciendo que las donaciones caigan en picado en las últimas semanas, también te lo han hecho a ti.
Puede que aún no seas consciente, pero ya no vas a reaccionar igual cuando alguien te pida una aportación económica para un fin solidario. Han jugado con tus emociones, con tu empatía, y eso tiene sus consecuencias. Ahora estarás alerta y te asaltarán las dudas sobre a dónde va a parar tu dinero.
Tal vez tengas miedo, ¿y sabes qué? No pasa nada. El miedo es algo natural, lo importante es conseguir que ese miedo no se apodere de ti y cambie tus creencias y tu forma de ser, convirtiéndote en el peor de los casos, en un ser desconfiado y sin empatía. De ser así, qué sería de nosotros. Qué sería del mundo.
Igual que nosotros te pedimos, tú también puedes pedirnos. No dudes en solicitarnos toda la información que necesites para asegurarte de que tu aportación va a parar a un proyecto de investigación científica.
El caso Nadia nos ha cambiado, pero no por ello hemos perdido la fe en las buenas personas. Seguimos creyendo firmemente en la generosidad de la gente, y estamos seguros de que una vez pasado este huracán mediático, los ciudadanos volverán a colaborar en este tipo de causas, porque como decía Pablo Neruda, la solidaridad es la ternura de los pueblos.